Los japoneses están tan avanzados en ciertos aspectos tecnológicos que elementos típicos de nuestra pobre cultura occidental allí ya pertenecen al pasado.
Todo el mundo dispone de conexión a Internet en su casa y/o trabajo a tal
velocidad que avergonzaría a cualquier compañía de acceso española.
Pero no solo eso, las redes de telefonía móvil también permiten conectarse a Internet en cualquier sitio para poder bajarse música, juegos o mapas (elemento indispensable en la sociedad nipona). Las redes son tan potentes y rápidas que la gente se envía e-mails continuamente en vez de usar los sms, como ejemplo podéis ver cualquier capítulo de
Densha Otoko.
Todo esto hace que no existan los cibercafés tal y como aquí los conocemos. ¿Para qué va existir un lugar donde conectarse si lo pueden hacer desde su propio móvil?
Por el contrario, la necesidad nipona de alienarse del mundo ha creado espacios donde poder desconectarse de la sociedad humana durante un tiempo como los
locales de
pachinko y las salas de videojuegos.
Otro tipo de locales que persiguen el mismo fin son los
cibercafés nipones.
No sirven para poder conectarse a Internet. Son locales repletos de cubículos donde dispones de un ordenador, una playstation y una televisión para ti solito. Además puedes pasearte por los pasillos de estanterías repletas de mangas, sentarte en alguno de los sillones de masaje o darte una ducha después de pasarte horas como un zombie delante de la pantalla catódica.
Incluso existen cubículos para parejas, dando una oportunidad a aquellos menores que no pueden acceder a un
love-hotel.
La inexistencia de cibercafés como aquí los conocemos hizo que incumplieramos nuestra promesa de realizar crónicas desde el país del sol naciente.
Hasta que un día, paseando por Shibuya, y al borde de un ataque epiléptico tras patearnos las cinco plantas del Club Sega de este barrio, encontramos el
Gran Ciber Café Bagus.
ElChuqui haciendo de las suyas en el CiberCafé Pagamos por media hora en un cubículo para dos desde donde pudimos enviar un mensaje tranquilizador a nuestras familias.
Las paredes de los cubículos eran mas bajas que yo por lo que pude ver de todo hasta llegar a mi habitáculo. Parejitas en saco de dormir, frikis con la boca abierta delante del ordenador, chicas leyendo manga, …
Ya en nuestro sitio y después de revisar el blog no se nos ocurrió nada mas que hacer alguna frikada chorra.
Además de poner nuestra página en los favoritos, cambiamos la página de inicio del Explorer del ordenador para que apareciera nuestro blog.
Una chorrada como otra cualquiera pero nada fácil hasta descubrir como desactivar el teclado japonés. Los teclados japoneses usan tanto el alfabeto occidental como el katakana (creo que no me equivoco) y a medida que escribes el ordenador reconoce lo escrito y lo cambia por kanjis si está dentro de su diccionario.
Al regresar a España pudimos comprobar en nuestras estadísticas web que por las fechas de nuestras andanzas recibimos algunas visitas desde Japón, seguramente desde el ordenador que utilizamos.
Pantallazos del ordenadorAquí tenéis mas fotos de nuestra acción y al final de todo el típico video de
Youtube.