Yo fui un commodore-adicto adolescente

Todo el mundo reconoce en su existencia un día que le ha cambiado la vida, el mío fue un caluroso sábado (o era domingo?) de verano por allá mediados los ochenta, cuando toda la familia fuimos a ver a unos amigos a un cámping de la costa tarragonina. No, no es que desde ese día odie los cámpings sino que la familia en cuestión poseían el utensilio que cambio mi infancia: un Commodore 64. Pasamos jugando al Pintball gran parte de esa jornada y al volver a casa nos conjuramos con mi hermano para hacerle la vida imposible a mis padres hasta que nos comprasen uno. La excusa fue aprender "Informática" (así, en mayúsculas) pero pronto nos dimos cuenta de que darle al joystic era menos agotador y mucho más divertido que darle a la tecla. A partir de ese momento los bits fueron sustituyendo paulatinamente a los famóbil. Nosotros (que nunca fuimos de los que juegan en la calle) pasábamos horas delante del ordenador chillando y gritando con los juegos. Jornadas maratonianas para conseguir que el cabezal del casete leyera las cintas magnéticas. Luego vinieron el 286, 386 y los pentium...pero esa ya es otra historia.
Me entero de que estos días el C64 cumple 25 años. Por casualidad hace unos días encontré esto (en blogandweb) y me inspiró para buscar algunos de los juegos con los que nos entreteníamos durante semanas. Ahí van unos cuantos para quien quiera jugar directamente desde internet (no siguen ningun orden de "satisfacción" o "horas de ocio"): Spy vs Spy (ojo una vez jugado deja rastro de sonido hasta que no se reinicia el ordenador), Revenge of the Mutant Camels, The Exploding Fist, Bluemax, Comando, Bruce Lee, Pitstop, Pitfall, One on One ... y muchos más.

Esta y esta con información sobre los mismos y aquí el blog del programa "Generació Digital" de Catalunya Radio (antes Game Over de Ona Catalana) hecho por y para freaks del asunto.

1 visitantes locos:

Jobove - Reus dijo...

que tiempos aquellos con el juego de tenis, pala arriba y abajo o el juego de romper piedras marcianas en blanco y negro, como ha llovido desde entonces

saludos