La Televisión es nutritiva (II): Yo no lloré con E.T.

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Existe toda una generación que lloró con E.T., algunos de esa misma generación detestabamos al cabezabuque creado por Spielberg y preferíamos a su pariente televisivo: ALF.
Alf era la antítesis de E.T. y por eso nos gustaba.
Vago, gruñón, comilón, gorrero....su nave se estrelló en el garaje de una casa de una família media de los USA, los Tanner...y la vida de estos yanquis ya no fue la misma.
Los tropecientos capítulos que duró la serie se basaban en que la família intentaba ocultar a todo el mundo la existencia de la chupoptera criatura mientras esta se quejaba de todo y de todos.
En un principio ALF quería reparar su nave y volver a Melmac (su planeta natal) pero aproximadamente por el capítulo 3 los espectadores ya vimos que la cosa iba para largo y que el extraterrestre cabrón solo se quería quedar en la Tierra para gorrear la comida de la nevera de la prototipo-USA family.
La huida de ALF de la Tierra se convirtió en una causa secundaria superada en como comerse al gato de la família (en Melmac eran un manjar exquisito) o como volver loca a la señora Harmonía.
Aquí os dejo un anuncio con Hulk Hogan (prueba del enorme exito que tuvo el marciano)...para recordar viejos tiempos:


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