Contacto con tacto

Imagínemonos que estamos tomando el Sol en un playa desierta de una isla paradisíaca del océano índico, con todas nuestras vacaciones de verano por delante. El cielo es azul, las aguas verde turquesa, el camarero del "resort" de lujo donde estamos alojados (y que nos ha costado un ojo de la cara) nos trae el "daikiri" que pedimos en una copita y con sombrillita.
De repente, a solo un metro de nosotros, cae del cielo un artefacto metálico con una inscripción como esta...

Pensamos que al "tupolev" ruso de turno le ha caído la puerta de emergencia donde están grabadas las instrucciones en caso de accidente, que (como buen españolito) solo dominamos la lengua del imperio y, en algunos casos, la co-oficial de las naciones históricas (y tampoco mucho), que los "sudokus" y los jeroglíficos nos parecen un invento del maligno y que ni el tsunami de Indonesia nos va a estropear los 15 días sin jefe, que (por supuesto) nos merecemos. Volvemos a echarnos en la toalla y a disfrutar de nuestra bebida sin prestar más atención al artilugio volador, que ya tenemos suficientes problemas para hacernos entender al camarero que queremos un tinto de verano.
Nada más lejos de la realidad, estos son los signos que deberían interpretar la "supuesta vida inteligente" extraterrestre en el caso que tenga un encontronazo por el universo con la sonda Voyager... recen para que no sean como nosotros.